Sigue las noticias del cónclave y descubre los entresijos de esta tradición secular.
En el corazón del misterio del cónclave, ese ritual sagrado mediante el cual la Iglesia católica designa a un nuevo soberano pontífice, se esconde una serie de gestos silenciosos, signos discretos, indicios imperceptibles para los profanos, pero cargados de significado para los iniciados. Entre estos gestos figura una acción singular, raramente observada pero que, cuando ocurre, suscita la atención de los vaticanistas y conocedores: la del cardenal electo que, en el instante siguiente a su aceptación del ministerio petrino, se quita su solideo rojo —llamado zucchetto— para ofrecerlo al secretario del cónclave.
El cónclave, momento solemne y misterioso en el que los cardenales se reúnen para elegir un nuevo papa, se desarrolla según un proceso codificado desde hace mucho tiempo, que tiene sus raíces en la historia de la Iglesia. Sin embargo, el conjunto ha conocido numerosas evoluciones, conservando la dimensión sagrada de la monarquía pontificia. Repasamos aquí las reglas del cónclave y las modalidades de la elección papal, teniendo en cuenta los últimos cambios introducidos por los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.
A veces se dice que el Espíritu Santo "hace" la elección del Papa. Pero Dios no dicta sus decisiones a los hombres. Él los ilumina, siempre que estén abiertos a su acción.