El sol apenas se levantaba sobre la Ciudad del Vaticano este viernes 9 de mayo de 2025, cuando ya se palpaba la efervescencia en las callejuelas empedradas que rodean la Plaza de San Pedro. Fieles y turistas se apresuraban para vislumbrar el balcón desde donde León XIV se había presentado al mundo el día anterior. Esta jornada marca el verdadero inicio del pontificado del 267º sucesor de San Pedro, primer papa estadounidense en la historia de la Iglesia católica.
La misa matutina en la Capilla Sixtina
A las 11:10 en punto (9:10 GMT), Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, hizo su entrada en la Capilla Sixtina para celebrar su primera misa pontifical. Bajo el famoso techo pintado por Miguel Ángel, los 133 cardenales electores que lo habían elegido el día anterior se reunieron para esta ceremonia íntima pero cargada de simbolismo.
Vestido con los hábitos pontificales tradicionales, el nuevo papa parecía emocionado pero determinado. Esta misa, que se desarrolló a puerta cerrada, fue sin embargo transmitida en directo por los medios del Vaticano, permitiendo a los fieles de todo el mundo asistir virtualmente.
En su homilía, el Santo Padre trazó las primeras líneas de lo que podría ser su pontificado. Con voz calma pero firme, lamentó "el retroceso de la fe en favor de otras certezas como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder, el placer" – palabras que recuerdan ciertos aspectos del magisterio de su predecesor, el Papa Francisco, estableciendo al mismo tiempo su propia voz.
"La misión es urgente", declaró ante los atentos cardenales. "Frente a la pérdida del sentido de la vida, al olvido de la misericordia, a la violación de la dignidad de la persona, la Iglesia debe ser ese faro que ilumina las noches del mundo".
Este discurso, que duró unos 20 minutos, reflejó las preocupaciones agustinianas que han marcado la carrera eclesiástica de Prevost, combinando una espiritualidad profunda con un llamado a la acción concreta.
Las primeras audiencias privadas
Después de la misa, el Papa León XIV se retiró a los apartamentos pontificios para una serie de encuentros privados. Según fuentes cercanas al Vaticano, primero recibió al cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, para una sesión de trabajo de aproximadamente una hora.
Este encuentro es particularmente significativo ya que Parolin era considerado el gran favorito del cónclave. Su confirmación, aunque temporal, en sus funciones de Secretario de Estado envía una señal de continuidad administrativa que muchos observadores juzgan positiva para este período de transición.
El Papa se reunió luego con Monseñor Diego Ravelli, maestro de ceremonias pontificias, para discutir los detalles de la misa de inauguración prevista para el 18 de mayo.
A primera hora de la tarde, León XIV también recibió al cardenal Kevin Farrell, camarlengo, quien le entregó oficialmente el informe sobre la situación financiera de la Santa Sede, una tradición que marca simbólicamente la transmisión completa de los poderes temporales al nuevo pontífice.
La actividad diplomática
La jornada también estuvo marcada por una intensa actividad diplomática. Aunque el Papa no recibirá oficialmente a los representantes del cuerpo diplomático hasta el viernes 16 de mayo, las felicitaciones de jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo afluyeron al Vaticano.
Según fuentes diplomáticas, el presidente estadounidense Donald Trump mantuvo una breve conversación telefónica con el Papa a primera hora de la tarde. Esta conversación entre el primer papa estadounidense y el presidente de los Estados Unidos era particularmente esperada, teniendo en cuenta las relaciones a veces tensas entre Trump y la Iglesia católica en cuestiones como la inmigración.
La Santa Sede no ha comunicado oficialmente sobre el contenido de este intercambio, pero fuentes cercanas al Vaticano indican que la conversación fue "cordial y constructiva", abordando especialmente la contribución de los católicos estadounidenses a la sociedad y los esfuerzos por la paz en el mundo.
La preparación de los nombramientos clave
Entre bastidores, la jornada también se dedicó a la preparación de los futuros nombramientos que darán forma a la Curia romana bajo el pontificado de León XIV.
Aunque nada se ha oficializado, varias fuentes concordantes indican que Monseñor Luis Marín de San Martín, obispo español y agustino como el Papa, podría ser nombrado sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, reemplazando así a Monseñor Edgar Peña Parra.
Este nombramiento, si se confirma, sería significativo en varios aspectos. Primero, colocaría a otro agustino en un puesto clave, reforzando la influencia de esta orden religiosa en la gobernanza de la Iglesia. Además, señalaría una voluntad de reforma progresiva pero determinada de la Curia romana, siendo San Martín conocido por sus posiciones a favor de una mayor transparencia administrativa.
Una tarde de oración y meditación
Contrariamente a ciertas expectativas, el Papa no multiplicó las apariciones públicas durante este primer día. Según su secretario personal, León XIV deseó consagrar su tarde a la oración y la meditación, en la tradición agustiniana que valora la interioridad y la búsqueda espiritual.
Esta decisión refleja probablemente tanto el temperamento personal del nuevo pontífice, conocido por su discreción, como su voluntad de anclar su ministerio en una profunda vida espiritual.
La agenda cargada del nuevo pontificado
La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó al final del día el programa oficial de las primeras semanas del pontificado de León XIV, revelando una agenda particularmente cargada.
Las citas inmediatas
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Sábado 10 de mayo: Encuentro con el conjunto de cardenales, incluidos aquellos que no participaron en el cónclave debido a su edad (más de 80 años). Esta audiencia colectiva permitirá al Papa agradecer al Colegio cardenalicio y presentar algunas de sus prioridades.
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Domingo 11 de mayo: Primera presidencia de la oración del Regina Caeli desde el balcón de la basílica de San Pedro a las 12:00. Será la primera aparición pública importante de León XIV desde su elección, y se espera que una gran multitud se reúna en la Plaza de San Pedro para la ocasión.
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Lunes 12 de mayo: Encuentro con los representantes de los medios internacionales en el Vaticano a las 8:00 GMT. Esta audiencia, que se celebrará en la vasta sala Pablo VI, permitirá al Papa dirigirse directamente a la prensa mundial y potencialmente responder a algunas preguntas previamente seleccionadas.
La misa de inauguración y las ceremonias oficiales
El evento principal de estas primeras semanas será sin duda la misa solemne de inauguración del pontificado, prevista para el domingo 18 de mayo en la plaza de San Pedro.
Esta ceremonia, rica en símbolos y tradiciones, incluirá especialmente la entrega del palio (una estola de lana blanca que simboliza la función pastoral del Papa) y del anillo del pescador, que sirve de sello papal.
Se esperan delegaciones oficiales de decenas de países para la ocasión, así como representantes de otras confesiones cristianas y de las grandes religiones mundiales. En 2013, la misa de inauguración del Papa Francisco reunió a más de 150.000 fieles y un centenar de delegaciones oficiales.
Según el programa publicado, otros eventos importantes seguirán rápidamente:
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Viernes 16 de mayo: Audiencia con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. Este encuentro tradicional con los embajadores de más de 180 países permitirá al nuevo pontífice exponer las grandes líneas de la diplomacia vaticana bajo su pontificado.
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Miércoles 21 de mayo: Primera audiencia general semanal en la plaza de San Pedro. Estas audiencias, instauradas por Pablo VI y continuadas por todos sus sucesores, constituyen una cita regular entre el Papa y los fieles venidos de todo el mundo.
Los grandes expedientes que esperan al Papa
Más allá de estas primeras citas oficiales, varios expedientes urgentes esperan a León XIV sobre su escritorio.
Según fuentes internas del Vaticano, el Papa prevé reunir a finales de mayo el Consejo de cardenales (C9) para hacer un balance de la reforma de la Curia romana iniciada por Francisco. La constitución apostólica "Praedicate Evangelium", promulgada en 2022, sentó las bases de esta reforma, pero varios aspectos de su implementación quedan por finalizar.
La cuestión de los nombramientos episcopales figura también entre las prioridades, con más de 30 diócesis actualmente vacantes en el mundo. Con su experiencia al frente del Dicasterio para los obispos, León XIV podría acelerar estos nombramientos en las próximas semanas.
En el plano internacional, la búsqueda de la paz en las zonas de conflicto debería figurar rápidamente en la agenda papal. Según fuentes diplomáticas, el Vaticano ya contempla iniciativas concernientes a varios focos de tensión, especialmente en Oriente Medio y Ucrania.
Finalmente, la cuestión de la sinodalidad y el seguimiento del Sínodo sobre la sinodalidad, cuya segunda sesión se celebró en octubre de 2024, representa un desafío mayor. Las conclusiones de este proceso, que pretendía repensar los modos de gobernanza y participación en el seno de la Iglesia, esperan una exhortación apostólica postsinodal que León XIV podría publicar en los próximos meses.
Las primeras reacciones internacionales
Este primer día de pontificado ha suscitado numerosas reacciones a través del mundo, testimoniando la importancia global de la elección de un nuevo papa.
Felicitaciones unánimes
De Washington a Pekín, de Jerusalén a Moscú, los mensajes de felicitación y buenos deseos se multiplicaron. Además de la llamada ya mencionada del presidente estadounidense, varios otros dirigentes quisieron dirigirse personalmente al nuevo pontífice.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, se mostró particularmente emocionada por esta elección, calificando este día de "momento histórico para Perú". En un mensaje publicado en las redes sociales, saludó la elección de "Robert Francis Prevost, un estadounidense nacido en Chicago pero convertido en ciudadano peruano en 2015". "Eligió ser uno de nosotros, vivir entre nosotros y llevar en su corazón la fe, la cultura y los sueños de este país", añadió, recordando los más de veinte años pasados por León XIV en su país, primero como misionero en Piura y Trujillo, luego como obispo de Chiclayo.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, católico practicante, también dirigió un mensaje cálido al nuevo papa, calificando su elección de "jornada histórica para los católicos y todos aquellos que se dirigen al Vaticano para obtener consejos". "En este período de desafíos mundiales, que su pontificado lleve una misión de solidaridad, compasión y dignidad para todos", concluyó.
América Latina en fiesta
Si Estados Unidos puede técnicamente reivindicar el primer papa estadounidense, es en América Latina donde las celebraciones han sido más vivas. De Ciudad de México a Buenos Aires, misas de acción de gracias se organizaron espontáneamente en catedrales y parroquias.
En Chiclayo, ciudad peruana de la que Prevost fue obispo durante ocho años, miles de fieles se reunieron en la plaza de armas para celebrar a su antiguo pastor convertido en papa. La catedral Santa María hizo sonar sus campanas durante una hora completa al mediodía, y el actual obispo, Monseñor Carlos García Camader, presidió una misa solemne de acción de gracias.
"Nuestra diócesis es bendecida por haber tenido como pastor a quien ahora guía la Iglesia universal", declaró Monseñor García Camader en su homilía. "Su sencillez, su dedicación a los pobres y su amor profundo por nuestro pueblo permanecen grabados en nuestros corazones".
Un pontificado que comienza bajo el signo de la continuidad y la renovación
Al término de este primer día de pontificado, varios observadores coinciden en ver en los primeros gestos y palabras de León XIV los signos de un equilibrio entre continuidad y renovación.
Continuidad con el pontificado de Francisco en la atención a las periferias y a los desafíos contemporáneos que son la paz, la ecología y la justicia social. Pero también renovación en el estilo, más sobrio e interior, reflejando la espiritualidad agustiniana que ha moldeado la vida religiosa de Robert Francis Prevost.
"No es una ruptura, sino una profundización lo que observamos", analiza el vaticanista Marco Politi. "León XIV parece querer proseguir las grandes orientaciones de su predecesor, pero con un acento más marcado en la dimensión espiritual y contemplativa de la fe cristiana".
Este primer día deja entrever así un pontificado que podría conjugar el compromiso social querido por Francisco con un redescubrimiento de las raíces espirituales de este compromiso, en la línea de la gran tradición agustiniana para la cual el amor de Dios y el amor al prójimo son indisociables.
La continuación del programa cargado que espera al nuevo papa en las próximas semanas nos dirá más sobre sus prioridades y su estilo de gobernanza. Pero desde ya, esta jornada histórica del 9 de mayo de 2025 marca el inicio de un nuevo capítulo en la historia dos veces milenaria de la Iglesia católica.